Es como cuando viajas a la otra dimención,
tu corazón late rápido,
sonries mucho,
te sientes feliz
y quisieras estar mucho tiempo así.
Viajas a la Luna y no te quemas con el sol,
nadas por los aires y caminas por el agua.
Sientes que nada pasara, no lloraras más.
Pero demoro en saberlo,
por miedo
de que no me sostengas,
cuando caiga de la otra dimención.
jueves, 1 de enero de 2009
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