| Vi el sol y esta en mi ventana |

La técnica de la almohada no resulto.
El otro día enterré mi cabeza en la almohada, no quería escuchar otra ves el ruido de los pájaros en la madrugada, me movía de un lado a otro, me estiraba, me enroscaba y aún así los parpados no bajaban.

Error musical.
No encontré idea peor que ponerme los auriculares y presionar “play” al pendrive y esconderme bajo las sabanas como cuando era pequeña y estaba asustada. Yo no sé por qué pero las lágrimas bajaban, el corazón se apretaba, y los parpados aún no bajaban.

¡Para de llorar!
¿Por qué lloró? Me preguntaba, las niñas grandes ya no lloran me retaba. Pero ese sentimiento que no se puede describir extrañamente no le hizo caso a mi mente… El extraño e indescriptible sentimiento nuevamente ganaba.

Me pienso en el techo.
Me saque las sabanas de la cara y baje de la cama, quería arrancar pero la inquietud de pensarme me ganaba. Y estúpidamente me pensé arriba del techo de mi casa viendo las últimas estrellas que a lo lejos se observaban.

Borrame como un dibujo mal hecho.
Todos hablan, sonríen, dicen tanto todos caminan sin ver. A veces siento que todo es tan irreal. A lo mejor yo soy irreal ¿Por qué no me borras con la goma de borrar?

¿Las letras en la sopa quieren decir algo?
Ahora, ahora no tengo ganas de nada. Me canso a mi misma, me aburro de yo. Tengo un enredo gigante en la cabeza, en la boca, en los ojos. Creo que en cualquier momento toda idea que piense saldrá como una sopa de letras de mis oídos.