domingo, 1 de agosto de 2010

PRIMERO DE AGOSTO.

Y desperté de un salto, de la nada. Estaba oscuro no veía nada, sentí una estrangulación interna de pies a cabeza, miedo, miedo de hablar a veces, de que te des vuelta y no me quieras escuchar más. Cuando me decidí a salir corriendo por la ventana, me voltee y aún seguías ahí, CONMIGO, me quede ahí quieta, quieta mirándote dormir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y el 2 de agosto? estará aún?