jueves, 5 de noviembre de 2009
Ahora que tu te llamas como yo.
Puedo estar en una colina colorina, azul, marina y tirarme en un paracaídas con los ojos cerrados, los dedos estirados, con la lengua hacia afuera y el cuello alargado. Antes de caer el viento me recordará que es viernes entonces querre deterner e tiempo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario